Se va acercando, se huele, y mira que aún no lo ha dicho la tienda esa grande donde venden de todo a precios carísimos… ya es casi primavera, o casi, al menos donde yo vivo. Y eso hace que me apetezca escuchar canciones que me suben el humor y el amor a niveles altos.
Empezamos a mirar, a decidir, a comprar abonos para los festivales, y este año uno de los grupos a los que creo que me voy a encontrar en varias ocasiones son IZAL y me gusta. Es un grupo de los que les pillas cariño con tres escuchadas, hay mucho trabajo de pico y pala detrás de canciones como “La Mujer de Verde”, “Prueba y error” pero me enamore del video y de la canción “QUE BIEN”.
En Marzo de 2012 nos sorprendieron a todos haciendo un disco a la antigua, les falto grabárnoslo en cintas de casete en su propia casa apretando el rec y el play como cuando grabábamos canciones de la radio. Autogestión artística, y económica total, los 1000 primeros cd´s los firmaron y empaquetaron ellos mismos, lo dicho les falto escribir todos y cada uno de los libretos con boli bic. Los que no conocéis a IZAL podríais pensar en cutrez al comentaros yo, lo de que todo estaba hecho a mano, pues no, Izal es un maestro jamonero cortando jabugo 5 Jotas a mano, lonchita a lonchita, ¿a que no sabe igual el mismo Jamón con la cortadora de fiambre?.
Dentro de aquella elegancia de tienda Gourmet que es el “Magia & Efectos Especiales” nos encontramos con el karma positivo de “Que bien”.
La de hoy es de esas de buen rollo, de las que te reconcilian con la humanidad como dicen “las místicas”, es una canción positiva, alegre, que está aguantando el tipo desde hace un par de años de una forma más que correcta. Es la típica canción que te traslada a una fiesta en la piscina, aunque sea una hinchable, con amigos, pistolas de agua y muchas cervezas, Martini o champagne, dependiendo de lo ricos que sean vuestros amigos.
Me encanta eso de hacer locuras sin sentir el ridículo, eso de sentirte vivo porque si, toda la letra es una fiesta, toda la música es un baile que acompaña a las imágenes y lo que nos va relatando Mikel con su voz.
Esta canción se podría haber titulado “Carpe Diem”, podría haber sido un himno de Walt Whitman incluido en “Hojas de hierba”, pero no, son cinco madrileños los que nos dicen “Y qué manera de perder las formas. Y qué forma de perder las maneras. Ya nada importa,
el mundo, ya se acaba no quedará nada. Disfrutemos de la última cena.”
Para los que queráis ir poniendo bronceado en la piel, porque ya se sabe que la primavera son cuatro días y el verano se ve allí al fondo, aquí os dejo con “Que bien”
Confesadlo, ¿cuantos de vosotros habéis movido vuestros pies al ritmo de la música? ;o)
Me parece alegre y molonosa, pero a mi me pone tierno y romántico….