Uno de los pasatiempos más emocionantes de las últimas semanas sigue siendo descubrir que artistas serán los próximos en enseñar sus mutanciones, las versiones de canciones de Niños Mutantes que muchos amigos y compañeros de los granadinos habían grabado en secreto durante el año pasado para homenajear a Mutantes por sus 20 años de carrera y tras descubrir a Lori Meyers, Russian Red, Igloo (te la estrenamos en exclusiva aquí en Corrientes Circulares), Pasajero, Ricardo Vicente, Neuman, La Habitación Roja o Dorian, estos días nos llegan dos nuevas mutanciones, la versión de ‘Arañicas’ de Rufus T. Firefly y la versión de ‘En la tierra’ de Carlos Sadness, y como siempre nadie mejor que Niños Mutante para presentarlas:
La vida te da sorpresas y por suerte, a veces muy agradables. Todo lo que los mutantes estamos viviendo este año no se nos va a olvidar nunca. Cada vez que escuchamos las MUTANCIONES que con tanto cariño han preparado nuestros compañeros no podemos evitar que se nos escape una lagrimilla de emoción y que a la vez, al echar la vista atrás y ver todo el camino andado, pensemos que ha merecido la pena. Si hubiera que empezar de nuevo, aquí estaríamos los mutantes dispuestos a hacerlo con toda la ilusión del mundo.
Una de las canciones que más estamos disfrutando es la revisión de “Arañicas” que lleva la firma de RUFUS T. FIREFLY, esos chicos y chicas de Aranjuez que tanto talento derrochan. Y es que la música es un fenómeno curioso en el que partiendo de un mismo esquema inicial se puede llegar a resultados verdaderamente distintos. Los mutantes para crear esta canción nos encomendamos a la Velvet Underground y a Television, para acto seguido postrarnos ante Wilco para que nos iluminara. Los de Aranjuez todo eso lo han pasado por el filtro de los Beatles y de Pink Floyd y han convertido a la pequeña araña en una canción de corte aún más psicodélico y le han dado ese aire tan característico que preside sus creaciones, muy en la onda de Tame Impala. El nuevo riff es inconmensurable. Nos ha dejado alucinados desde el primer momento en que lo escuchamos.
Tenemos que confesar que la primera vez que oímos a RUFUS T. FIREFLY nos conquistaron para siempre. Escuchar sus canciones es como subirse a una nave que te transporte directamente al hiperespacio y te dé una vuelta por galaxias hasta ahora desconocidas. Su forma de arreglar las canciones no es muy usual por aquí y eso es algo que se agradece mucho. ¿Y qué decir de la voz? La voz de Víctor es tan sobrecogedora que nos ha enganchado sin que conozcamos el remedio para acabar con esta adicción.
Su último álbum NUEVE es una envidiable colección de canciones a medio camino entre la nueva psicodelia y el post-rock que no nos cansamos de escuchar. Y nos ha dicho un pajarito que están preparando un nuevo disco, así que estamos ansiosos por escuchar con qué nuevas experiencias nos sorprenden y que nuevos viajes nos tienen preparados.
Muchas gracias amigos por poner todo vuestro talento al servicio de una de nuestras canciones. Estamos seguros de que los cuatro de Liverpool estarían orgullosos de vosotros. Y Groucho también.
Es imposible parar vuestra luz.

Parece ser que Carlos Sadness llevaba años esperando a que llegara en el correo una invitación, solo que nosotros no lo sabíamos. Nadie nos había contado nada, nadie en el universo. Debió ser que andábamos lejos de cualquier planeta conocido…
Y de repente, de manera inesperada y gratamente sorpresiva, nuestras órbitas se cruzan en algún punto del espacio virtual y de la energía liberada en tan brutal choque surge una bella mutanción . Bien pudiera ser éste el inicio de la Teoría Sadness-Mutante, según la cual, todo es posible.
Es posible que una canción surgida en la Era Grunge, concebida de manera enérgica y áspera, con kilos de distorsión hasta en la voz, se transforme en otra canción que destila buen rollo desde el primer segundo, con reminiscencias de corte hawaiano capaz de hacer volar tu mente a cualquier rincón de la Tierra en el que alguna vez hayas sido feliz. Ese parece ser el don especial de Carlos.
Lo que nos parece realmente increíble es que todo esto haya sucedido sin que ni siquiera tengamos el placer de conocernos, al menos de modo personal y directo.
Tenemos algunos amigos en común, nos hemos cruzado más de una vez en algún que otro festival, nos seguimos mutuamente en redes sociales… Pero poco más. Fue precisamente a través de esas mismas redes desde donde nos llegó un mensaje suyo. Y poco después hablamos por primera vez, aunque fuera por teléfono. Mutanciones ya había despegado, Josiño ya nos había hecho entrega del regalo y por entonces debíamos andar aún quitando el papel del envoltorio. Durante algunas semanas nos fue desvelando una a una las canciones que iban llegando, sin saber si quiera aún quienes participaban. Sorpresa tras sorpresa. Unos días de emociones intensas que esperamos nunca desaparezcan de nuestra memoria. Y en medio de esta vorágine, aparece en nuestras vidas Carlos. Y lo hace con un mensaje a la altura del momento, cargado de emotividad, para decirnos que nosotros aparecimos en la suya mucho antes, cuando apenas era un adolescente, un músico en ciernes ávido de nuevas influencias.
En una época en que era difícil encontrar grupos cantando en castellano en el indie patrio (eso cuenta él mismo), llegamos a su vida con esta canción. Pertenecemos a generaciones diferentes. No queremos ser ni parecer abuelos cebolletas, pero digamos que nuestra diferencia de edad era mucho más notable cuando apareció el Sol de Invierno. En aquel entonces no debíamos ser muy conscientes de hasta dónde llegaban nuestras canciones y es por eso que aún hoy nos entusiasma conocer historias como la suya. Cabe recordar que no había redes sociales, internet era un invento que andaba en fase experimental y aún existía el correo postal como modo de comunicación a larga distancia. No teníamos modo alguno de saber que a cientos de kilómetros existía un chico que hacía pellas en el instituto para oír música. Y mucho menos que ese chico se convertiría en un auténtico crack, que le crecería tanto el pelo y que haría canciones tan luminosas, que crearía un universo tan personal y que llenaría salas con su arte y su talento. Nos sentimos orgulloso de saber que alguna vez pusimos un granito de arena en todo eso. Ahora es él quien ha dejado su huella en nosotros. Y de qué modo. GRACIAS, sr Sadness, ¡esperamos verle muy pronto!
Esta es una historia breve, no ha hecho más que empezar.