El octavo disco de los granadinos Niños Mutantes se llama “Náufragos” y tiene una clara vocación de salvavidas. Es la historia de naufragios, pero no de hundimientos.
En una época en la que todos hemos vivido desastres, en un momento en el que todo parece desaparecer en aguas turbulentas, Niños Mutantes cantan a los supervivientes de estas tragedias marítimas. Siguiendo la analogía clásica del marinero y los viajes, cuando nos encontramos en un punto en el que desaparece aquello que nos sustenta, nuestro barco, nuestra pareja, nuestro trabajo, etc., cuando todo se hunde de manera irremediable, algunos logran llegar a una isla donde instalarse, donde empezar de cero, donde ser náufragos, pero también ser libres.
El disco empieza por el único sitio posible para escapar: “la puerta” es la escapada desde donde “volver a comenzar en otro sitio”, se trata de toda una declaración de intenciones. Es el inicio de un viaje sin retorno. Un final que es un verdadero principio. Hacía tiempo que Niños Mutantes no sorprendían con canciones que inspirasen esta sensación de huida hacia adelante de manera tan positiva.
La breve “hundir la flota” continúa el hilo argumental del anterior corte, marcada por un potente ritmo de percusión, y con clara vocación de single por ser la más luminosa del disco.
“El miedo” habla sobre la experiencia de hacerse mayor, que no es más que el miedo a caerse. Es el momento metafórico del hundimiento que convertirá al que escapaba en naúfrago.
Y aquí aparece este cuarto tema “Náufragos”, canción de corte más melódico, con una gran incorporación instrumental que lleva a imaginar ese escenario de búsqueda constante en la que se sumerge el hundido para ser náufrago, al luchar por su vida “nosotros no somos más que náufragos que buscan su lugar.” “Nosotros no somos más que células unidas por azar”, quizá esta frase sea uno de los ejes centrales de la historia del disco, frase llamada a cubrir muros de fans, tanto de facebook como de paredes pintadas.
La melancólica “El Infierno”, surgió tras una ruptura de uno de los miembros del grupo que escribió esa primera y dura estrofa de “Tú que juzgaste a vivos y a muertos, quémate en el infierno”. En el hilo argumental del naufragio supone la primera desolación del que lo ha perdido todo, la rabia y la impotencia.
El inicio de una nueva vida, la del náufrago, comienza con “Caerán los Bancos”, una critica al sistema capitalista que Niños Mutantes, y su náufrago combaten con su mejor arma: la música.
“Empezar de Cero” es un tema vitalista de resurgimiento personal, sin duda el punto de partida para una nueva vida del que ha escapado, se ha hundido y, gracias a su fuerza de voluntad y venciendo miedos y pasados, se ha convertido en un superviviente, en un náufrago.
“Querer sin Querer”, es un tema que mezcla guitarras con casi un toque latino, poesía en estado puro, con los sintetizadores, un instrumento nuevo en la formación de los mutantes y que viene introducido por Banin de Los Pilotos y Los Planetas. “Porque el amor funciona siempre sin voluntad igual que llega sin avisar, puede irse corriendo”, la nueva aventura del náufrago en lo sentimental empieza con esta propuesta nueva y vitalista.
En “Dame tu Mano”, es un tema plagado de guitarras poderosas, que invita a afrontar cualquier situación de la vida, en un constante camino hacia adelante: “dame tu mano, toma mi corazón” con el indiscutible apoyo de quien empieza una nueva aventura en la vida, con una nueva compañía.
“Volverás”, es un tema donde el piano predomina sobre el resto de instrumentos, una letra sencilla pero efectiva en la que se recurre de nuevo a la idea del final de una historia, algo que sin duda debe desembocar en un nuevo final para un nuevo principio. El piano, con contundentes sonidos abrazadores lleva el disco hasta sus últimas canciones.
El final del disco, y de la historia del náufrago recae en dos temas, el primero “El Pozo” (Mejor morir de sed que ir a lo Fácil nº 12)”, se centra en la herida que no cicatriza, pese al cambio de estado del náufrago, y supone un nuevo final para su relación con el mundo, con lo sentimental, con su forma de enfrentar la vida.
El disco termina con un tema casi experimental “Muerte de un Ampli” en la que encontramos un sonido que poco o nada se podría clasificar de “mutante”, es una forma personalísima de empezar de nuevo, ¿una nueva aventura?
Un disco que cuenta una historia de ida sin vuelta, de una continua huida y reinvención. La vida de un náufrago que sobrevive al hundimiento, pero no sólo al primero que vemos desarrollarse en los cuatro primeros temas, sino a todos los hundimientos que la vida va proponiendo, a las historias que se van sucediendo y de las que cada vez de aprende más para construir una nueva vida en una nueva isla donde naufragar.
Y dentro de poco veremos a la banda defender estos temas en directo, volver a ganarse al público sobre las tablas y sobrevivir a los naufragios.
Un pensamiento en “Crítica “Náufragos” – Niños Mutantes.”