El grupo barcelonés Dorian se encuentra en los últimos compases de cierre de su exitosa gira que les ha llevado a mover su album “La Ciudad Subterránea” durante más de dos años, y de manera muy intensa en estos últimos meses.
La banda se despidió de los escenarios alicantinos por un tiempo, puesto que advitieron que en un futuro volverán con nuevo material, aunque tardaremos en verlos más de lo que quisiéramos, puesto que tras el merecido descanso de esta gira que comenzó en 2009 y que casi ha sido enlazada en el tiempo con la gira de su anterior largo “El futuro no es de nadie”, deberán entrar a preparar y grabar nuevo material, del que no han dado ninguna pista de cómo será, aunque auguramos que será exitoso como estos dos últimos trabajos, y que seguirá en la linea pop con una base electrónica muy reconocible e intrincada en la estructura de sus composiciones.
Dorian se han coronado como un referente del electro-pop dejando atrás el estigma de grupo one-hit wonder que sobrevoló con su primer gran hit “A cualquier otra parte”. En el concierto que ofrecieron en la sala The One, se pudo viajar entre las diferentes canciones y épocas del grupo, con alguna sorpresa final. Empezó el concierto con temas como “Veleros”, “Verte Amanecer” y “Paraísos Artificiales” que marcaron el rumbo del resto del repertorio que fluyó durante casi dos horas de duración.
Marc Gili y Belly Hernández, junto con el resto de los Dorian, estuvieron arropados en el escenario por un público entregado, mientras iban introduciendo las melodías y letras pop, unos marcados sonidos de bajo, batería, sintetizadores y demás elementos electrónicos (como sus famosos teclados).
Entre las sorpresas que tuvo el concierto nos encontramos un precioso cover de “A Forest” de The Cure, y la maravillosa versión del clásico de Antonio Vega “Lucha de Gigantes”, que el grupo grabó en su gira mexicana y que aportó una dosis de intimismo y unión con el público que poco después encontraría su contrapunto con canciones más dinámicas y bailables como “La Mañana Herida”, “Corta El Aire” o “Te Echamos De Menos”.
Como viene siendo habitual en estos conciertos, el público completamente entregado al grupo pudo corear todos los temas, que ya casi se han convertido en himnos genereacionales, y que incluyen versos tan bellos como, por ejemplo, ese “en el fondo todo lo que quiero es verte amanecer” o “todo lo que siento por ti, sólo podría decirlo así” con el que cerraron el concierto entre aplausos y una oleada de energía positiva.
Estupendos como en todas sus actuaciones, sonaron limpios y sin fallos, un concierto para disfrute del público más fiel y una despedida triste por lo que tiene de final, pero emocionante y bella por lo que se espera que venga.