Van pasando los días y cuesta mantener la atención y detallismo en la cueva, pero los poleo/menta/miel de Hans nos “activan”y empezamos a pensar en esta canción.
Es una canción corta y sencilla, creo que es la más parecida a The War of the Species, así que tratamos de darle algo especial que lo diferencie.
Hans está engorilado con la idea de baterías a lo Tame Impala. Es decir, muy 70s, bombo hueco y tenso, y caja plasticosa que hace “pfffss”. Yo no tenía esa idea en la cabeza pero decido hacerle caso.
Afinamos el bombo muy agudo, lo vacíamos, y lo microfoneamos. Empieza la grabación y Kiko empieza a darle. Al ser pocos bombos y distanciados, permite tener un bombo inflado, sin que arme barullo. Nos gusta el sonido, es un poco arriesgado el resultado, pero no hay mucho tiempo como para probar y volver atrás en caso de no convencernos, así que nos lo quedamos. Pasamos a la Supraphonic, “pfffss, pfffss, pfffss…” grabada! Lo mismo con la base, platos y charles. El resultado nos gusta mucho, pero no sabemos cómo encajará con el resto de instrumentos. Si algo no va a ser este disco es monótono, ya que cada batería ha tenido su producción independiente.
Remplificamos bajo mediante el Soundcity + Orange Cab. Hacemos lo propio con las guitarras, Casios, Logans, Gems…
Como no podía ser de otra forma, para esta canción también he preparado un homenaje al Spaghetti Western. Si fuese la banda sonora de una de las pelis de Sergio Leone, correspondería con una escena en la que Clint se va caballo cabalgando en solitario mientras deja atrás un campo sembrado por cuerpos, y se hace sonar la victoria, con 20 pistas de voces haciendo una coral. 4 graves, 4 semi graves, en mi tono, 4 en falsete, 4 en hiperfalsete, 4 gritando.