Desde Corrientes Circulares analizamos junto a Delirum Studios y Vetusta Morla ‘Los Ríos de Alice’, su nuevo trabajo conjunto.
Aunque pueda parecerlo, no es un nuevo disco de la conocida banda Madrileña, pero sin duda alguna han puesto toda la pasión que les caracteriza en este trabajo, la misma que ha dado vida a Alice; la protagonista de un precioso videojuego creado por Delirium Studios.
Su música y sus letras siempre se han diferenciado por formar parte de un imaginario que invitaba a sus seguidores a soñar, a dar forma a historias sin principio y sin final, “solo el que quieras ir contando” como bien dice una de sus letras. A dar pinceladas en un lienzo en blanco que da rienda suelta a la imaginación, el mismo que ha llevado a un conocido estudio de videojuegos vasco a inspirarse a la hora de crear un videojuego, Los ríos de Alice, basado en las letras de Vetusta Morla, y para el cual el conocido grupo ha realizado la banda sonora.
Si tuviera que elegir un principio para narrar esta historia seria sin lugar alguna “erase una vez..” y es que esta experiencia, llena de ilusión y sueños pide a gritos ser contada como un cuento, como esa historia que nos narra y que nos traslada de manera casi inmediata a nuestra niñez. Por sus sonidos, por sus gráficos… Pero sobre todo por el alma que se esconde detrás de esta verdadera obra de arte que ha conseguido unir en un solo proyecto lo mejor de la música, la pintura, e incluso de la literatura de un respetado escritor como lo era Mario Benedetti, cuyo trabajo da vida a personajes clave de esta arriesgada aventura grafica.
- Los Ríos de Alice, un sueño hecho realidad.
Que la música es una fuente de inspiración no es nada nuevo, pero conseguir que los creadores de tu inspiración participen en ella ya es otro cantar. Y nunca mejor dicho. Arturo Monedero, director y responsable creativo de Delirium Studios es, como muchos otros, seguidor de Vetusta Morla y amante de sus letras y canciones hasta el punto de que un día tuvo una “inspiración divina”, como el mismo confiesa, mientras escuchaba Mapas, el último trabajo de la banda. Fue en ese momento cuando en su mente comenzaron a cobrar vida las melodías que estaba escuchando, dibujando de este modo posibles escenas para un futuro trabajo, y es que para Arturo “igual que un escritor piensa en novelas, yo pienso en videojuegos”.
De este modo comenzó a dar vueltas a su cabeza, a crear las piezas de un puzle que a pesar de las dificultades poco a poco fue tomando forma. Arturo tenía clara la estética que quería. Partía de un cuadro de Ane Pikaza, una polifacética artista bilbaína -y amiga-,cuya obra, al igual que la música de Vetusta Morla, le inspiraba los colores otoñales que podemos encontrar en los paisajes de Los ríos de Alice.
El guión tardo cerca de tres meses en ser creado, entre otras cosas por culpa de una breve crisis de inspiración que fue salvada gracias a Cuento de pasiones y virtudes de Mario Benedetti, obra de la cual disponían los derechos de autor de un proyecto que no llego a realizarse años atrás, y del que se rescataron personajes como pereza y mentira, consiguiendo “dar el alma al mundo que habíamos creado”.
Una vez colocadas las piezas solo faltaba encontrar el “pegamento” que las uniera, es ahí donde una nana creada por la banda madrileña para el proyecto SuperNanas, cobra especial protagonismo, hasta el punto de terminar dando nombre al videojuego. Esa Nana poco común era como ya podéis imaginar a estas alturas ‘Los ríos de Alice’.
- Pequeño Salto Mortal y Delirium Studios, un proyecto en común.
En un principio la intención de Arturo Monedero y su equipo era la de dar a conocer a Vetusta su proyecto y pedirles que cedieran los derechos de la nana para utilizarla en el mismo. Con dudas y sabiendo que apenas tenían media hora para conseguir convencerles, allá se lanzaron el equipo de Delirium Studio, y ¡vaya si lo consiguieron! ya que sin saber cómo, y gracias a la iniciativa de Juanma Latorre, guitarrista del grupo, estos fueron implicándose más y más hasta el punto de salirse de su zona de confort y experimentar con nuevas formas de creación musical. Una nueva andadura que ha inspirado la creación de este videojuego que, a su vez, ha inspirado su banda sonora.
Juanma es el único de la banda que cuenta con un pasado “gamer” o jugón como suele llamarse en el mundo de los videojuegos. Cuando le preguntamos recuerda con cariño títulos como Monkey Island, que le llevan a recordar viejas glorias de las aventuras graficas de cuando era adolescente, a las que solía dedicarles parte de su tiempo libre. Con los años, como nos ha pasado a muchos, se fue distanciando del ocio electrónico lo que le llevo a investigar en mayor profundidad cuando surgió este proyecto para saber “que tipo de música necesita un videojuego y que le pide, para que esta no moleste al jugado” como el mismo nos declaraba. Y es que este es solo un ejemplo de la implicación que tanto los componentes del grupo, como desde su sello, Pequeño Salto Mortal han realizado en conjunto con Delirium Studios, para obtener los mejores resultados y que esta BSO no fuera música añadida sin más.
- Una BSO con trabajada con cariño y dedicación.
Con la curiosidad despierta, desde Vetusta Morla comenzaron a investigar, a jugar con los sonidos y a experimentar nuevas formas de trabajar que les ha permitido crecer y es que “ se aprenden muchas cosas cuando se sale de la zona en la que uno esta cómodo” dice Juanma. Partiendo de esa nana que da titulo al nombre del videojuego, decidieron optar por una estética minimalista, querían “que suene pequeño, como en el salón de casa” ya que, según ellos aporta mayor personalidad. Esto les ha llevado utilizar programas de ordenador de forma creativa, a dejarse llevar, algo que a Arturo Monedero le gusta conseguir de los músicos con los que trabajan , llevándoles a forzar sus limites para obtener lo mejor de ellos.
La música puede tener muchas vías de presentación, mediante las cuales ejercer su forma de emocionar, así encontramos en esta banda sonora que no ha sido compuesta al azar, toda una experiencia onírica, sensorial y emocional, objetivo a cumplir por parte de la banda madrileña. Un trabajo compuesto por catorce temas para saborear de forma completa, disfrutando de treinta minutos, que es lo que dura de forma aproximada, de una experiencia que Juanma Latorre nos definía como enriquecedora.
Junto a otras experiencias del momento como el delicado RAIN de PlayStation 3, que hacía el mejor uso posible del Claire de Lune de Claude Debussy; o el ya icónico Braid y sus tonalidades celtas tradicionales adueñándose de cada retazo de narrativa, Vetusta logra que su trabajo se convierta en una pura sinergia entre el juego y la música. Aquí la BSO no es añadida sin más como ocurre en otros proyectos. Es mimada hasta el punto de fundirse con la jugabilidad, proporcionando al usuario una experiencia de juego más completa a la par que inmersiva.
- Un videojuego con mucha personalidad.
Los Rios de Alice, en su base es un homenaje a las aventuras graficas de antaño, a las joyas de LucasArts como Maniac Mansion o Monkey Island, cuya intención es la de despertar los sentimientos a través de un personaje como Alice, con sus miedos y sus temores, más que la de crear meros puzles sin más. La intención es ambiciosa: Unir en un mismo proyecto todos los elementos posibles artísticos; pintura, música, literatura… Y presentarlos en un formato, que pese a la todavía rampante e injustificada fama de infantilidad que sigue conservando en ciertos sectores de la sociedad, no deja de ser arte. Sí, los videojuegos son un arte, y quien aun tenga dudas solo tiene que pasar un rato, tranquilo, sin prisas y sabiendo saborear todo el trabajo que hay detrás, con Los ríos de Alice. Porque, como alma que nos adentra en el mundo de las emociones, ese río de su título lleva a Alice, y nos lleva también a nosotros, a través de la música y una cuidada estética gráfica que ha sido realizada con técnicas de acuarela y grafito, a un mundo onírico que nos invita a soñar.
Un sueño que huye de quedar reducido a un juego para pasar el rato en el metro, de esos que la industria convierte en meros catalizadores de ingresos. Un sueño que reivindica la importancia de las bandas sonoras en los videojuegos, de la necesidad de la industria ” de volver a sus orígenes” como apunta Monedero, de ofrecer un producto que suponga un reto intelectual, y que este a su vez sea una motivación para quien se acerque a esta experiencia. Un sueño algo arriesgado que ante todo defiende el videojuego como un medio de expresión, algo que desde Delirium Studio abanderan con tesón y esfuerzo.
Cuentos, sueños, emociones, ilusión…Una palabra es incapaz de describir todos estos sentimientos, así que os invitamos a que viváis esta experiencia en primera persona y juzguéis por vosotros mismos. Dejad que Alice os coja de la mano y os lleve a su mundo. Aceptad sus reglas, dejaros envolver por su tempo desacelerado. Entonces, y solo entonces, comprenderéis ese sentimiento que hemos intentado plasmar aquí, párrafo tras párrafo.