Katy es una canción rara. Comenzó siendo muy guitarrera, larguísima, un poco screamo incluso, muy adolescente… y según fuimos dando forma al disco, vimos que no cuajaba por lo que la reinventamos.
Ahora es una canción con mucha influencia del Clint que llevo dentro pero con la velocidad y poso hardcore que tanto bueno y malo ha hecho en mi vida.
Seguimos con la idea de evitar el patrón bombo caja, y hacer una batería que sea más una percusión. Hans intenta desrockear a todo trapo, y estoy de acuerdo. Afinaciones tirando hacia arriba, buscando resonancia aguda. Cajas sutiles con mucho bordón y bombo hueco.
Básicamente hemos grabado toda la batería con el U47, aunque los otros 15 mics están preparados por si las moscas. Empezamos con el bombo, y el micrófono lo posicionamos justo enfrente a un metro de él. Seguimos con la caja y lo posicionamos a 1 metro de ella enfocándola desde arriba. Lo mismo con los timbales, hit hat y ambientes. Una locura pero tiene buena pinta. Una de las cosas que tengo claro, es que no sólo he venido al estudio a grabar, sino que quiero disfrutar, aprender y probar cosas.
Además hemos grabado una segunda batería en una nave enorme de 20x10x10 m, con una reverb natural muy chula. Suena a Indios tocando en cuevas. Estas baterías son timbales de 16” y redobles con cajas diferentes, atmósferas que recuerdan a rituales indígenas.
Hoy me ha llegado un nuevo “regalo” del tío EBAY, es un amplificador Fender Bassman 100W de los 70. Llega un poco tarde, pero a tiempo para grabar el bajo de las canciones que quedan. El resto de bajos los hemos grabado con un SoundCity de la guerra civil, no está pensado para bajos, pero queda muy bien, aunque el Bassman tiene algo que el resto no tiene.