Tras la debacle del primer día, motivada principalmente por los problemas de sonido y, especialmente, por la lluvia que obligó a suspender el festival, por fin llegó la segunda jornada de Vinalopop en la que Sidonie y Vinila & The Lucky Dados reinaron en Hort de Baix.
Y como no podía ser de otro manera el sábado comenzó exactamente como acabó el viernes: con retrasos y con lluvia.
Para empezar Vinalopop abrió tarde sus puertas, por motivos aún desconocidos. Parece que en principio la idea de intentar incluir algún grupo del cartel del viernes (Aardvark Asteroid) en el sábado retrasó las pruebas de sonido lo que retrasó el comienzo del festival. En todo caso la gente estaba inquieta y el cielo amenazaba lluvia. Y claro, fue abrir las puertas y empezar a llover. Alguien debería de pensar que el festival tiene gafe tras dos años de continuos aplazamientos e incluso mal tiempo que obliga a suspender. Y casi casi se mascó la tragedia, por un momento todos temimos una nueva suspensión…
Afortunadamente todo quedó en un nuevo retraso y lamentablemente nos quedamos sin disfrutar de un concierto de Aardvark Asteroid completo. Todo parado, plásticos sobre los instrumentos (a falta d eun techo en el escenario que hubiera eliminado tantos problemas en esta edición) y nuevamente a esperar noticias y a mirar el cielo.
Y el cielo nos dio un respiro. A las 22:15 aproximadamente The Casters, por fin, salieron al escenario de Vinalopop para dejar constancia de que estos valencianos tienen mucho que decir todavía. Sonido regular que mejoró conforme avanzaba el concierto y mucho baile para calentar los ánimos del público que en Vinalopop estaban calientes por otros motivos absolutamente extramusicales. Y así fue, nada mejor que la música para ir calmando ánimos, empezar a arrancar sonrisas y movimientos on the dancefloor. Y en eso los valencianos son maestros. Como demostraron acabando por todo lo alto con “George” y haciendo que los problemas de esta edición de Vinalopop empezaran a ser menos.
Tras The Casters llegó el turno a la reina de la noche. Y es que Vinila acaparó absolutamente todo. Con The Lucky Dados llenó de presencia, glamour, burlesque y sobre todo rock, una noche que había empezado mal y que de pronto cogía carrera rapidamente. Puro estilo. Muchas tablas. Y de repente nos encontrábamos en un cabaret de New Orleans, en una sórdida sala rock o casi casi en el Moulin Rouge. Repaso por algunos de sus mejores temas como “Runaway” o “Sad Song”. Y regalos en formas de versión como “Tainted Love” o “These Boots Are Made For Walking”. Mención especial para The Lucky Dados, guitarra, violonchelo y batería. RITMO, con mayúsculas. Un concierto de los que se recuerdan tiempo después, gente bailando, sonrisas y corazones conquistados. Vinila we love you!!!
Mientras Vinila conquistaba corazones Supersubmarina calentaban motores en su camerino. Reunión, miradas cómplices, ya sabían que disponían de poco tiempo y cuando subieron al escenario se animaron con un concierto mucho más musculoso de lo que nos tienen acostumbrados. Canciones casi sin pausas, menos palabras y mucho más trabajo. Mucho mejor que los últimos conciertos que les hemos visto (y les hemos visto mucho, afortunadamente para ellos han pasado por casi la totalidad de festivales de la temporada). Un concierto correcto ante un público que ya se sabe todas sus canciones, y eso con un solo largo y un ep en el mercado es decir mucho en su favor. El día que tengan más tablas prometen mucho, porque lo que hay ya es bueno.
Y si Vinila fue la reina de la noche los reyes fueron… Sidonie!!! Mientras Supersubmarina hacían de perfectos teloneros los catalanes preparaban su habitual ritual en camerino, concentración, sonrisas, arte… Y es que Sidonie no es solo un grupo de música, es casi una filosofía de vida entorno a la música y la felicidad. Con “El Fluido García” literalmente bajo el brazo, Sidonie llegaron al recinto, abrazaron a sus amigos, calentaron motores y salieron de camerinos en el interludio entre conciertos que amenizaban Twin Djs. Reunión en el lateral del escenario entre Axel, Marc, Jes y Marcel, su guitarrista de cabecera que les acompañó en este concierto. Palmadas, brindis, abrazos y arriba!!! Y conquistaron. El concierto con más público, para eso eran los cabeza de cartel, y empezaron con un repaso por alguno de sus temas más conocidos como “Fascinado” o “Costa Azul”. Ya tenían a la gente en el bolsillo. Marc regalando sonrisas, Jes hiperactivo, Axel es un batería mayúsculo, solo así se entiende que el público de cada uno de sus conciertos se rinda siempre ante Sidonie. Y así llegó el turno de los nuevos temas de “El Fluido García”: “El Bosque” mucho más psicodélica en directo, con ese punto Racounters, con ese estilo Jack White, “A Mil Años Luz”, más pop, con ese estribillo imposible de dejar de tararear, “La Huida”, la canción que Jes siempre aporta a los discos de Sidonie y que esta vez viene en forma de guitarras eléctricas envolventes… Sidonie han hecho un viaje en el tiempo y nos han traído a su gran presente lo mejor de su pasado. No faltaron, por supuesto, otros de sus grandes éxitos como “Feeling Down”, “Sidonie Goes to Varanasi”, “Nuestro Baile del Viernes” o “El Incendio” con el que acabaron un concierto que justificaba tanto sufrimiento en Vinalopop en forma de retrasos, cambios de horarios e inclemencias del tiempo.
De nuevo Twin Djs arriba y, por fin, We Are Standard. Y es que lo que tuvimos que esperar para verlos, y lo que tuvieron que esperar ellos para salir no es algo de lo que pueda presumir el festival. Por los motivos que fueran, pero desde las 20:15 que estaban anunciados en el cartel original hasta las 03:15 que actuaron hay más que un ligero retraso. Eso sí, Deu y los suyos se lo tomaron con profesionalidad, tiraron de humor y nos regalaron un concierto muy inglés, con un estilo muy Oasis, que agradecieron los fieles que todavía aguantaban en el recinto. We Are Standard son de esas propuestas que se ven poco en el panorama nacional y que se agradecen. Pop electrónico desde el norte, mucho más cercano a tierras inglesas. Y a bailar, let it flow, tan solo 45 minutos tuvieron, pero We Are Standard se sobraron con tan poco tiempo para hacer que la gente disfrutara de un directo arrollador con dos baterías, guitarras, bajo, sintetizadores y un Deu que como frontman gana por momentos.
Y eran casi las 04:15 de la mañana cunado por fin Flotent y Banin, o Banin y Florent, o lo que es lo mismo, Los Pilotos, salían al escenario para darnos un concierto/sesión de lo que en Corrientes Circulares llamamos “psicodelia para el alma”. Sintetizadores y guitarra, pantalla con imágenes que nos transportaban por los diferentes temas que componen su álbum debut y a dejarse llevar. Quedaba menos gente de la que se merecían. Una pena que no pudiéramos disfrutar de ellos más que una media hora, el tiempo que les dejó la organización del festival. Una propuesta arriesgada que merece un reconocimiento superlativo por valiente y por sincera. Un momento perfecto para dejar que la música nos atravesara y volar con Los Pilotos, donde nos quisieran llevar. Dolió que fuera corto, pero recompensó ver a Banin y a Florent queriendo haber estado más. Habrá más oportunidades.
Y con esto se puso el punto y final a Vinalopop. ¿Chris Geddes (Belle and Sebastian DJ Set y Paul Tompsom (Franz Ferdinand DJ-Set)? Preguntas que se llevó el viento en Vinalopop…
Luces encendidas y todos fuera. El resumen es que, por fin, el tiempo respetó y el sábado mejoro el disgusto de la suspensión del viernes. Valoramos el esfuerzo de la organización por intentar rehacerse del aplazamiento de Abril con un buen cartel, aunque los retrasos y problemas de sonido de algunos conciertos son mejorables. Entre el público se echó en falta más información en general, pero se valora el esfuerzo. Si hay otra edición ya saben donde no tienen que fallar…
Me parece que no me perdí gran cosa entonces :).
Me hubiera gustado ver por fin a Vinilla, es una asignatura pendiente y a Sidonie que siempre son un seguro de vida en un festival, los demás no me llamaban tanto.
Gran crónica Jorge ¡¡