Sidonie han vuelto, y lo mejor es que nunca se habían ido.
Ese es el eslogan. Porque Sidonie ya eran Sidonie hace muchos años, y luego han ido mutando mostrando otras caras del mismo grupo, ganando siempre la batalla. Pero todo indica que esta batalla es la más grande. La mejor. Y es que Axel Pi, Marc Ros y Jes Senra han hecho un viaje en el tiempo, han cogido el Delorean de Marty McFly y en un momento nos han traido al presente a aquellos Sidonie del pasado que nos dejaron boquiabiertos con una apuesta clara y feliz por la psicodelia. Entonces eran unos valientes. Y lo siguen siendo.
“El Fluido Garcia” es su nuevo largo que ha salido hoy y que mezcla a la perfección el pasado y el presente de Sidonie, cogiendo lo mejor de cada época. Solo así se entiende que hace meses y ante un tema como “El Bosque” (de corte tan distinto a lo que nos ofrecieron en su última entrega “El Incendio”), Marc Ros, Axel Pi y Jes Senra ya tuvieran a sus nuevos seguidores pendientes, y sobre todo a los antiguos. Porque si, la realidad es que hay muchos seguidores nuevos tras su paso al castellano, y especialmente tras “El Incendio”, un disco mucho más pop, claro, transparente y pegadizo que hablaba del amor y que consiguió enamorar a numerosos nuevos fans, pero este retorno a la psicodelia (“El Bosque”) y al pop más beatleniano en algunos pasajes (“Alma de Goma”) tan solo demuestra que Sidonie saben lo que quiere, saben lo que hacen y les gusta el riesgo. Y Syd Barret.
Porque lo fácil era haberse dejado llevar. Lo fácil, y ellos lo saben mejor que nadie, era hacer cuentas, comprobar que con “El Incendio” han girado más que nunca, y seguir ese camino. Lo difícil, lo arriesgado, era provocar, era mirar atrás, era apostar y sonreír y demostrar que Sidonie pueden ser un incendio, pera también un Fluido García. Como también hubo un Fluido Rosa.
Bien visto en conjunto “El Fluido García” es ese viaje en el tiempo que todos queremos hacer, con el que todos soñamos. Nos regala una visión del pasado, nos enseña como será el futuro y nos permite ver nuevos matices del presente mientras vamos en un viaje casi lisérgico por “El Bosque” (video censurado en Francia), mientras respiramos el pop de amor/desamor más exquisito e interestelar de “A Mil Años Luz de Ti”, disfrutando el vuelo con “Carnaval”, sintiendo el “Alma de Goma” más beatleniana, bailando al ritmo de la feliz e instrumental “Negroni” (let it flow), escuchando como araña nuestra alma “El Aullido” para sentirnos vivos justo después “Bajo un Cielo Azul (de papel celofán)” con claras influencias francesas (Marc siempre nos deja pinceladas del país de Baudelaire). Toca respirar, llega una nueva bocanada pop en forma de “Tormenta de Verano”; tras ella “La Huida”, el regalo que Jes Senra siempre aporta a cada disco de Sidonie, esta vez mucho más intenso, más musculado, más envolvente. Y acabamos explotando mientras ladramos como “Perros” (allí de donde venimos, allá adonde vamos) y seguimos el camino, “No Mires Atrás”.
El conjunto es un puzzle perfecto de revival, de psicodelia y pop. Aderezado todo con unas gotas de Jack White en su versión más racounteurs, una mezcla perfecta de batería, percusiones, sitar eléctrico, guitarras (todas, todas las guitarras posibles), bajo y voces. Una detalle más de Sidonie: les encanta experimentar los mejores sonidos de aquellos instrumentos que llegan a sus manos, que buscan y que encuentran en el camino. Y en “El Fluido García” nos regalan un zumo instrumental para degustar estos días que cambia el viento.
Producido y arreglado por Santos & Fluren, el cuarto y quinto Sidonie (da igual el orden), el disco ha sido grabado en los estudios Music Lan (Avinyonet de Puigventós) y en los estudios Blind Records (Barcelona) durante el verano de 2011 y masterizado por Álvaro Balañá en Impact Mastering Labs (Barcelona). Y es que no hay nada como volver a casa para mirar atrás y hacer un ejercicio de introspección. Un último detalle: toda la imagen , collage de portada, interior y contraportada son, también, obra de Marc Ros
Sidonie han vuelto, y lo mejor es que nunca se habían ido.